Firma invitada: Natalia Pastor.
Licenciada en Derecho.
El alcalde de Sevilla -aspirante a arquitecto- ha revestido el caos de obras "métricas" y "metrocéntricas" de la ciudad con el lema onírico que reza arriba; sin embargo olvida que los sueños pueden ser bellos o pesadillas y, esto último es lo que estamos padeciendo los ciudadanos sin esperanza de que al final todo vaya a acabar bien. Las excavaciones no son sino el reflejo físico del túnel del tiempo enel que nos han metido, desconociendo absolutamente la duración del trayecto y la última parada. Sevilla, en los recientes tiempos de gobierno socialista ha sufrido un proceso que ha llevado no yá a estancarse, sino, peor aún, a retroceder, a involucionar y a alejarse de otras ciudades que mejoran dia tras dia porque sus dirigentes ya están actuando eficazmente teniendo clara la realidad; alerta y despiertos, y no soñando todavía con sueños imposibles. Y es que, quizá, habría que recordarle a nuestro alcalde que los sueños, sueños son: hay que despertar; escuchar al ciudadano -no desoírlo soberbia y displicentemente- ; pensar en lo mejor para todos, no lo mejor para el partido - ¡ esto sí es un sueño ! - trabajar intensamente y un largo etcétera de verbos de acción añadible aunque, para empezar tiene suficiente. ¿ Por qué ?. Porque los simples sueños no cambian las cosas y las palabras vanas y huecas, menos todavía. Me gustaría saber de qué sueño se trata y de quien parte, pues le puedo garantizar, señor alcalde, que el sueño de Sevilla es tener una ciudad limpia; con aceras, calzadas e infraestructuras en perfecto estado; con un tráfico mínimamente organizado y soportable; atrayente y atractiva para los visitantes, segura, con organismos y cargos útiles, eficiente y al servicio del ciudadano; con gestores competentes que no despilfarren fondos públicos ni los malversen presuntamente - en espera de juicio estamos - ; que se respeten, cuiden y mantengan flora, fayuna y jardines, con una - aunque fuera infíma - oferta cultural de calidad, etc, etc, etc...
Este es el sueño de Sevilla y de los sevillanos. ¡ Despierte Sr. Monteseirín !. Déjese de verborrea atrabiliaria - ¿dirigentes de alcurnia ? - y arcaica, de planes repetidos y jamás ejecutados ni ejecutables, de sectarismo y sobre todo... ¡ déjenos despertar de esta pesadilla !
2 comentarios:
Bravo Natalia, bienvenida al club de los que estamos ya cansados, de los que nos queda muy poca esperanza de que este dislate pueda detenerse, o podamos detenerlo.
Sr. Curro_Encina, aunque las urnas le permitan otra vez ser alcalde al Sr. Sanchez Monteseirin, ser Pte. de la Junta al Sr. Chaves, y ser Pte. del Gobierno español al Sr. Rodríguez Zapatero, eso no quitará que siga pensando que, las "facturas falsas de la Macarena", "las bolsas de plástico de los Bermejales", el atraso constante de Andalucía, la "corrupción consentida" de Marbella, la "negociación de años" con ETA, la "mentiras" del 11-M", etc. me sigan pareciendo un dislate. Respecto a lo del "nombrecito", pues mire Vd, soy sevillano y en Sevilla hay dos clubs de primera y le he tomado prestado el nombre a los Presidentes de ambos clubs. Pretendía, parece que sin conseguirlo, demostrar que se puede ser sevillano y no estar forzado desde el nacimiento a militar "siempre" en el mismo "bando". A eso me gusta llamarlo "libertad de pensamiemto". ¿Porqué no cree que este cansado de trabajar?. Ha acertado trabajo más de 50 horas a la semana y, la verdad, no me canso, tengo un trabajo que disfruto y al que cada día voy con ilusión.
Sr. Larquetipo, de verdad se cree que todos esos medios están al servicio del PP. Bueno, si VD. lo dice, a mi no me lo parece. Cada mañana cuando oigo la radio, y suelo cambiar de emisora, excepto en una, las demás me parecen que o están equilibradas en cuanto a su defensa/oposición al Gobierno, o están a favor descaradamente del Gobierno. Y algo muy importante, con las urnas NUNCA se tropieza nadie, son la voluntad soberana del pueblo español, en esas urnas no hay ni listos ni torpes, ni pobres ni ricos. Quiero recordar que fue un socialista muy afamado el que dijo que el pueblo se había equivocado después de que perdieran unas elecciones.
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