06 octubre 2006

Intercesión divina.



Estoy convencido que en esta ciudad de Sevilla no pasan más cosas porque la Virgen de los Reyes y San Fernando no quieren. Lo que pudo ocurrir ayer tarde, y la semana pasada, en la gasolinera situada junto a la avenida de La Raza, nos podria tener hoy a todos lamentándonos y llorando a, probablemente, muchas víctimas. Las que se hubieran producido en caso de que la gasolinera hubiera saltado por los aires como consecuencia de la descerebrada actitud de miles de jóvenes que formaron botellona ¡ dentro de la gasolinera !, consumiendo alcohol, fumándo y hablando por teléfonos móviles. Casi todo lo que nunca se debe hacer cerca de una estación de servicio. Acabamos de hablar con el propietario de la gasolinera y, ciertamente, alucinamos. Este hombre denunció ayer a las 19.00 horas ante el juzgado, al Ayuntamiento de Sevilla por no actuar ante las insistentes llamadas alertando sobre la situación. Cientos de jóvenes agolpados junto a los surtidores fumando y bebiendo como si tal cosa. Hasta entonces, la Policía Local apenas habia controlado el flujo de jóvenes en la zona. Tras la denuncia, aparecieron varios patrulleros que, apostados en el lugar para intentar intimidar con su simple presencia a la marea humana, se limitaron a observar el panorama. La fotografía de portada de El Mundo de hoy lo dice todo. El propietario no oculta su indignación con las autorides municipales y la subdelegación del gobierno. No se puede creer que no muevan apenas un músculo para evitar una tragedia que este señor cree que se vá a producir si siguen las cosas tan desmadradas como están. Increible. Alucinante. En mi tierra, esto se llama dejación de funciones o seguir dejando en manos de la divina providencia los destinos de Sevilla y de sus habitantes. Como con la viga de la SE-30...

2 comentarios:

del porvenir dijo...

La portada de El Mundo de hoy causa auténtico pánico

Canal Rancio Blog's dijo...

Lo mismo digo. Me da miedo. Y lo inaudito es que los vecinos de la zona no exijan responsabilidades políticas. ¿O es que vamos a esperar a que ocurra una tragedia?