17 octubre 2006

Alcalde de corta y pega.


Sospechaba que el alcalde de Sevilla no tenía discurso propio. Una sospecha que albergaba en base a las intervenciones públicas del primer edil que he venido siguiendo con cierta atención en los últimos tiempos. El soniquete de sus palabras, en diferentes actos y en las pocas entrevistas de prensa que concede, me sonaban. No sé, tenía la sensación de haber escuchado esos mismos argumentos en otros sitios, en otros foros. Y resulta que de la sospecha paso a la certeza. Alfredo Sánchez Monteseirín, que no comparece habitualmente ante la prensa para dar explicaciones de su gestión, resulta que "interviene" en algunos blogs de periodistas sevillanos, en este caso, en el de Claudia Brócoli. Aparece su nombre, su foto y, seguidamente, su reflexión. Don Alfredo interviene supuestamente para dar su opinión sobre el "proceso de paz" del gobierno con ETA. Y uno, espera que, como mínimo, el alcalde ofrezca una opinión propia. Pues no. Monteseirín plagia directamente las opiniones de ZP al respecto. Lo intuí, lo comenté y rápidamente, la sagaz Brócoli, descubre el pastel y deja en cueros al alcalde. Visiten el blog, léan y alucinen. Se demuestra que, en un asunto de máximo calado político y en el que se está poniendo en juego el Estado de Derecho y la propia España tal y como la conocíamos hasta el momento, Monteseirín no tiene opinión propia; sólo la de ZP. No hay debate sobre este asunto, se ha demostrado. Pues bien, si el alcalde se atreve a firmar un artículo con la opinión de otro, por muy presidente que sea, ¿ tendrá criterio propio para otras cuestiones más domésticas, como el Estatuto de Autonomía o la propia gestión de una ciudad como Sevilla?. La lista de errores y negligencias de este alcalde es abultada y bien la conocen la mayoría de los sevillanos, al menos los que se interesan por el presente y por el futuro de la ciudad. Podemos estar ante la confirmación de que este alcalde no tiene criterio. Que se mueve por consignas, por las que fabrican los demás; por las sugeridas o, en el peor de los casos, por las impuestas. El alcalde ha descubierto la informática básica. El corta y pega. Y se la ha intentado pegar a los periodistas, creyéndose que ibamos a debatir sobre unos argumentos que han resultado más falsos que un euro de madera. Un alcalde sin base, sin criterio propio, es un peligro para los ciudadanos y una delicia para el aparato del partido. Como los loros, Monteseirín repite, repite y repite, probablemente sin que realmente sepa lo que dice. Sólo repite. Esperemos que no como alcalde.

1 comentario:

El Ojo de Sevilla dijo...

¿Alguien en su sano juicio había pensado que daba para más?. Yo no.