27 octubre 2006

Estatuto: suma y sigue.


Se suceden los análisis sobre el pacto entre socialistas y populares para la reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucia y, yá en frío, la división de opiniones sobre cesiones de unos y otros se acrecienta. En el seno del PP, y también en la prensa conservadora, muchos opinan que Arenas no debió nunca ceder ante la denominación de Andalucia como realidad nacional, el derecho a una muerte digna o la enseñanza laica. Sin embargo, otros muchos consideran que Arenas se ha sacudido el complejo anti-autonómico del 80 y que ahora empieza una nueva etapa. También entre los socialistas y en la prensa pro-gubernamental hay cierto cabreo entre muchos dirigentes que consideran que la estrategia de aislamiento del PP se ha acabado definitivamente en Andalucia. Y ambas posturas se reflejan en las columnas de opinión de la prensa regional. A mi, en frío, no consiguen convencerme ni unos, ni otros. La verdadera realidad nacional de Andalucia la sufrimos a diario con un régimen que contará con un Estatuto en exceso intervencionista. Un régimen que se apoyará en este nuevo Estatuto para solidificar unos cimientos que lleva 25 años cuajando y para extender, aún más, la tela de araña que hará, casi imposible, la alternancia politica en Andalucia. Muchos creen que el PP no ha alcanzado el gobierno de Andalucia como consecuencia del error de la UCD de 1980. No estoy tan seguro. El problema del PP andaluz es doble: interno y externo. Internamente, sufren una ausencia casi total de regeneración, una falta de banquillo que no es tal, pues entre sus filas se encuentran verdaderas lumbreras del mundo académico, empresarial, económico.... gente que pasa desapercibida, anónima, y que apenas cuenta más allá del pago de la cuota. Externamente, los problemas del PP siguen estando donde siempre, en los núcleos rurales, en la falta de una oposición contundente, en el complejo, en su politica de comunicación, en el desequilibrio informativo y en los potenciales votantes del PSOE que son legión: funcionarios, subvencionados, inmigrantes, homsexuales, buena parte de la juventud.... en fin, esos colectivos y sus círculos de influencia que suman millones de votos. Con todo, un pacto con el partido que sustenta el gobierno desde hace más de 25 años y que mantiene lo que mantiene en Andalucía no debe ser saludable. Esa es la verdadera realidad andaluza. Un régimen que ha conseguido consolidarse y no por el error de 1.980...

No hay comentarios: