09 marzo 2006
¿Monteseirín candidato?
El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín se ha tenido que ir a Madrid, a la presentación de la VI Convención Municipal Socialista que se celebrará el próximo fin de semana en Sevilla, para escuchar eso de... "el compañero Alfredo es el mejor candidato a la alcaldia". Y es que, en "su" ciudad , nadie dá un duro porque la cara de Monteseirín se refleje en el cartel electoral para las municipales de 2.007. Varios son los motivos. Uno de ellos nos lleva directamente a las últimas encuestas internas que, aún calentitas, reposan sobre la mesa de Jose Antonio Viera, Luis Pizarro y Manuel Chaves. La imagen y la gestión del actual alcalde se considera pésima desde las bases del partido. Las agrupaciones locales no quieren saber de él y presionan a la ejecutiva para que busquen urgentemente sustituto. Varios son los nombres que se proponen desde San Vicente para calmar los ánimos. De un lado, el actual consejero de Economía, Jose Antonio Griñán, y de otro, la actual consejera de Gobernación Evangelina Naranjo. Pero hay más. Alguien que no se suele equivocar y que dispone de información de primera mano asegura que "de aquí a octubre, Alfredo se vá a encontrar con dos bombas de relojeria dificiles de desactivar". Se anuncia movida gorda que podria dejar el asunto de Bermejales, de las facturas y demás tropleías en pecata minuta. De esta situación es perfectamente consciente el propio alcalde. Alguien muy cercano al primer edil manifiesta que "está acojonado y nos está contagiando a los demás". Motivos tiene. Su lamentable gestión, su falta de olfato, el pacto con IU, las malas compañías, pero sobre todo, el no haberse sabido rodear de gente competente que hubieran palíado sus enormes lagunas, le han llevado a un callejón sin salida. Si a todo esto, que no es poco, le añadimos sus pésimas relaciones con la mayor parte de los medios de comunicación a excepción del grupo que se lleva la casi totalidad de la publicidad institucional del Ayuntamiento de Sevilla, al alcalde le quedan pocas salidas. Ni siquiera el peloteo al que someterá a los barandas socialistas en la contra-convención del fin de semana le vá a librar. Y lo peor de todo es que en las sedes donde aún quedan colgadas fotografias de Pablo Iglesias se frotan las manos. Asistiremos, en breve, a desbandada general. Reloj no cuentes las horas...
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