07 septiembre 2006

Monteseirín ¿el enterrador?


A estas alturas, a nadie medianamente informado, se le escapa los mil y un problemas de gran calibre por los que atraviesan las obras del Metro de Sevilla. No se tratan únicamente de problemas técnicos y financieros, contundentes, sino también políticos. Las empresas concesionarias de las obras, están hoy que trinan tras escuchar las palabras de la Consejera de Obras Públicas, Concepción Gutierrez, ayer en el Parlamento. Una consejera que, sin cortarse un pelo, culpaba a las constructoras de todos los despropósitos, propios y ajenos, que saplican el proyecto, al punto de amanezarles con todo tipo de represalias y la retidada de la concesión del segundo tramo de la línea uno. Pues bien, el problema, el gran problema de las obras del Metro, es fundamentalmente político. Lo saben bien la propia consejera y el alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín; tan conscientes son de que ésto no va a hacer más que empeorar, que han alcanzado un pacto secreto para enterrar, por segunda vez y de manera definitiva, el Metro de Sevilla. Se trata de un pacto, yá no tan secreto, con el que nos volverán a dar un soberano mangazo. Metro subterráneo, por tranvía en superficie y, de paso, rentabilizamos el metro-centro; chorrada Monteseiriana que, en teoría, iba a circular por encima del Metro, para que pudieramos elegir los sevillanos en función de nuestras apetencias y de las condiciones climatológicas. Con buen tiempo en tranvía, y si llueve en subterráneo. El pacto Monteseirín-Gutiérrez del Castillo ha sido desvelado por los andalucistas, de los pocos que siguen creyendo a pies juntillas que un Metro en Sevilla es posible, aunque no dejan de lamentarse del maldito día en el que ellos, los andalucistas, sentaron a Monteseirín en el sillón de alcalde. Ni en la peor de sus pesadillas, Rojas-Marcos hubiera soñado con una deriva tan lamentable como patética. Consecuencias de poner en manos de unos mediocres incompetentes un proyecto de semejante calibre. (Continuará)

1 comentario:

GFO dijo...

Cuando Harold Dasmert,jefe de campaña de Michael Bloomberg recibiá las felicitaciones de los periodistas tras alcanzar la alcaldia de N.Y.,musitó:
"Era imposible perder.No teniamos rival".
Algo asi debe pensar Zoido y su gente,(a pesar de contar con parásitos como Ricardo Villena o Tarno),cuando el rival,el puching ball, es el inefable Alfredo,un peso mosca contra las cuerdas tras la gestión más nefasta que se recuerda por parte de un alcalde en esta ciudad.
Así las cosas,solo hay que dejar que la propia soga de la incompetencia,del despilfarro y la corrupción,de las mentiras y de los viajes fastuosos,de la cubierta de la Davis y los despropositos de Lolo Da Silva,ahorquen al tal Alfredo,y desaparezca bajo una zanja cualquiera de las muchas que destripan Sevilla.
Eso si,la agonía y los estertores de esta legislatura seran tortuosos.
Habra que pasarlos con un traguito de whisky.
Como si fueramos la Rubiales.