04 septiembre 2006

El ombligo de Barenboim.


El director de orquesta Daniel Barenboim ha encontrado un auténtico chollo en Andalucia, gracias a nuestro inefable presidente que le ha dado por él. Lo que parecía una moda pasajera, resulta que vá a más. Y como siempre que anda por medio el gobierno andaluz, la moda se traduce en subvenciones. Las malditas subvenciones que mantienen instalada a nuestra tierra en el subdesarrollo politico, cultural, social, industrial y empresarial. Barenboim está encantado con Chaves. Se lo lleva calentito al punto de que a dia de hoy, el polémico músico judío, con su Taller del Diván ha recibido de nuestros bolsillos, gracias a la generosidad de nuestro presidente, la nada despreciable cantidad de cinco millones de euros en los últimos cinco años, o lo que es lo mismo, casi novecientos millones de las antiguas pesetas. Es la tremenda cantidad de dinero que los andaluces hemos puesto en el bolsillo de Barenboim porque a Chaves le ha dado la gana. El asunto no dejaría de ser una anécdota sectaria más de este régimen, si no fuera porque, como contaba ayer en Diario de Sevilla Charo Fernández-Cotta, el músico argentino -que atesora un impresionante curriculum- ha recibido en subvenciones el triple que el Teatro de la Maestranza y el doble que la Orquesta de Málaga. Barenboim, con nuestro dinero, se vá por medio mundo a ofrecer existosos conciertos, dando cobertura a los más rimbombantes proyectos del gobierno socialista en materia de politica exterior, como la alianza de civilizaciones. Quizás para justificar las subvenciones y mantener contentos a sus principales patrocinadores - la Junta de Andalucia y el Gobierno español- Barenboim, que como habrán comprobado no tiene un pelo de tonto, se lleva a la esposa de Zapatero, la inigualable Sonsoles Espinosa - que se cree ser la primera dama - para que haga sus gorgoritos en el coro. Allí estaba, el pasado fin de semana en Berlín, el presidente Chaves y el presidente Zapatero. Este último, ZP, el que dijo que el poder no le iba a cambiar, no dudó en utilizar un avión del Ejército del Aire para, en viaje privado, irse a ver a su legítima a la capital alemana en su segundo viaje gratis total, a costa el erario público, tras su visita a Londres donde se fué de compras y a solucionar algunos asuntillos académico de sus hijas . Sé que los progres no darán mayor importancia al asunto, pero no puedo más que indignarme por el uso y abuso de lo público por parte de los socialistas. El tándem Barenboim-Chaves- ZP- Espinosa me produce cierta urticaria. La última, la esposa del presidente, tiene - me temo- una tremenda ascendencia sobre su cónyuge. Si no, no se entiende que haya podido utilizar medios públicos para cuestiones privadas - aprender a bucear - y que la Guardia Civil la protega mientras se baña en Canarias justo cuando cientos de inmigrantes se dejaban la vida en las mismas aguas donde "la primera dama" se daba un chapuzón. Lo de cantar en el coro de Barenboim, digo yo, será por méritos propios. O no.

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