El termómetro.

A un año vista de las próximas elecciones municipales, el panorama politico andaluz se encuenta convulsionado, a tenor de lo visto en los últimos sondeos electorales. El diario ABC publica hoy que, en caso de celebrarse elecciones autonómicas , el PP recortaría su distancia con el PSOE en algo más de 8 puntos frente a los 20 de hace casi dos años. Incluso la imagen del presidente Chaves se deteriora a favor del presidente del PP Javier Arenas. Al margen de este sondeo sobre politica autonómica, otro sondeo, éste sobre intención de voto en Marbella, pone de relieve que el PP ganaría con una cómoda mayoria absoluta en la ciudad costasoleña, haciendo desaparecer del mapa politico municipal a los andalucistas y a IU. Si a estos sondeos, se le añade la delicadisima situación de los socialistas en Sevilla, el panorama para el PSOE comienza a ser preocupante. Demasiados frentes abiertos. Y es que, además, la pésima imagen del alcalde de Sevilla Alfredo Sánchez Monteseirín se ha reflejado en toda España. La tremenda pitada que el alcalde tuvo que soportar la madrugada del pasado viernes, en las celebraciones sevillistas, ha dado la vuelta a medio mundo yá que todas las televisiones, incluidas TVE, transmitieron en directo la bronca de los sevillistas - sevillanos- a un alcalde que no sale de sus horas bajas desde hace años. Este és, y no otro, el panorama con el que ZP y Chaves tendrán que lidiar. La falta de respeto del respetable. Los socialistas se la juegan, por este orden, en Marbella, en Sevilla y en Andalucia. Los socialistas y sus satélites no podrán decir ahora que los que le pitaron y abuchearon eran fachas, ni una conjura de los medios de comunicación "cavernícolas". Ocurrió en la Feria, en la celebración sevilllista y en la Feria del Libro. Es el termómetro de la calle. El PP tiene un escenario politico envidiable para cualquier partido en la oposición. ¿Lo sabrán aprovechar?. Me temo que no.