Ultima hora: Monteseirín, astronauta.

Sabíamos que el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín era médico de profesión. Y lo sabíamos por su currículo publicado por el Ayuntamiento, la web del PSOE y demás. Pero, lo que no sabíamos, es que Monteseirín, al igual que Neil Amstrong, Pedro Duque o Miguel López-Alegría, también es astronauta. Si, astronauta. Leen bien. Este mediodía, en el acto de inauguración de la Avenida de la Astronomía, junto a Torneo, el alcalde ha regalado a la concurrencia un breve discurso. Un surrealista discurso que pone de relieve que algo anormal le pasa al aún alcalde. Monteseirín ha dicho refiriéndose a la nueva avenida lo siguiente “nosotros, los astronautas, pensamos mucho en los astrónomos, los astrólogos, para que nos digan a nosotros, los astronautas, que se puede hacer en el más allá. El más allá que sabrán los astrólogos y los astrónomos, a nosotros, los astronautas”… Y así durante dos interminables minutos. Un documento sonoro impagable. Un regalo para Zoido, Villar y si quisiera también Rodrigo Torrijos. Monteseirín les ha regalado la campaña. Se podría pensar que el alcalde ha tenido un lapsus. Yo no lo creo. Creo que hay más. Soy el primero en equivocarme cada día y muchas veces. También cometo errores, pero nunca me he creído astronauta o algo parecido. Eso no es normal. No es normal que un alcalde de Sevilla, o cualquier otra persona en su sano juicio diga hasta en tres ocasiones “nosotros los astronautas” y les puedo asegurar que Monteseirín no bromeaba. Se trata, entiendo, de un verdadero problema que va más allá del episodio tragicómico que comento en este blog. Hace dos semanas, el alcalde daba un manotazo a la grabadora de un periodista. Perdía los papeles. Veinticuatro horas después, el aparato socialista le destrozaba la lista electoral y le imponía a Viera. Una semana después, Monteseirín y Viera proponen cuestiones distintas para Tablada y hoy Monteseirín se cree astronauta. Y pretende seguir siendo alcalde de Sevilla. Si no fuera por lo dramático de la cuestión, sería para morirse de risa. Si esto fuera Cádiz, imagínense esa chirigota en la Final del Falla…