11 enero 2007

"Trágico accidente"

Se entiende que el presidente del gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero debería ser el español mejor informado sobre el momento en el que se encuentra el mal llamado proceso de paz, que muchos no dudamos en denominar proceso de rendición ante ETA. Pero, resulta que Zapatero no tiene la menor idea, como quedó plenamente de manifiesto en la lamentable comparecencia del presidente el 29 de diciembre en víspera del doble asesinato etarra en el aparcamiento de Barajas. Igual es que ZP está recibiendo información errónea o malintencionada, cosa que tampoco extrañaría demasiado tal y como andan las cosas últimamente en el Ministerio del Interior que dirige el otrora portavoz del gobierno de los GAL, el inefable Rubalcaba, que supuestamente vetó la presencia de ZP el dia después del atentado en Barajas y el que le animó a marcharse a Doñana a descansar. Como también tengo la sensación de que Zapatero no sabe muy bien lo que hace, más por su imagen de muñeco diabólico teledirigido que por otra cosa, de la preocupación he pasado directamente a la indignación. Zapatero acaba de referirse al atentado de Barajas - por tercera vez – como un “ trágico accidente ”, una irresponsabilidad mayúscula que dá alas y justifica a los terroristas, tan buenos ellos. O sea, que el presidente del gobierno de España cree que el bombazo y la muerte de dos personas ha sido un accidente sin mayor trascendencia, una “acción” sin mayor maldad que se le ha ido de las manos a los “chicos de la gasolina”. Habría que recordar a ZP que un verdadero accidente, llámese Prestige, fué el comienzo de su carrera hacia La Moncola, gracias a unos pancarteros subvencionados que volverán este fin de semana en Madrid a dar un nuevo balón de oxigeno a este gobierno para seguir negociando con “los hombres de paz”. Una bomba, un tiro, un secuestro o los mil muertos de ETA no son accidentes. El gobierno socialista, igual sí.

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