17 abril 2006

El espejo catalán.


Andalucia es una nacionalidad por narices. Lo sientan así, o no, los andaluces. Lo ha expresado con meridiana claridad el presidente del gobierno Jose Luis Rodriguez Zapetero, y en ello andan los próceres andaluces enfrascados en este Lunes de Pascua en la denominación de Andalucia. Lo más curioso de todo es que a pesar de que el 95% de los andaluces consideran que Andalucia no es una nación, la mayoria de nuestros representantes se empeñan en hacernos tragar, sin consultárnos, la dichosa nacionalidad andaluza. PSOE e IU llevarán al congreso un Estatuto Andaluz que copia, literalmente, la mayoria de los artículos del estatuto catalán. La definición de Andalucia como "realidad nacional" aprobada por la izquierda andaluza no se puede interpretar de otra manera: se trata de una orden directa de Zapatero doblegado por los intereses de los nacionalistas. Vá a ser verdad lo que dijo hace poco el secretario general del PA Julián Alvarez, eso de acudir a las reuniones con el president-e con una grabadora. Y es que el pacto que el propio Chaves alcanzó con el PP sobre la denominación de Andalucia, ha saltado por los aires. ¿Alguien ha escuchado a algún socialista andaluz defender la realidad nacional de Andalucia? ¿Algún empresario? ¿Algún sindicalista? ¿Hay alguien ahí...? Poca palabra la de un presidente que nos lanza a todos los andaluces a una aventura que no buscamos, la de participar en la destrucción de la única nación que reconozco como propia. España.

DETALLES DEL DOCUMENTO

Preámbulo: "Andalucía ha sido la única comunidad que ha tenido una fuente de legitimidad expresada en las urnas mediante referéndum, lo que le otorga una identidad propia y una posición incontestable en el seno de la configuración territorial del Estado. Así, la Constitución Española, en su artículo 2º reconoce la realidad nacional de Andalucia como una nacionalidad"

Artículo 1º: " Andalucía, como nacionalidad histórica, se constituye en comunidad autónoma conforme al artículo 2º de la Constitución Española".

Según el proyecto andaluz, los habitantes de Andalucía gozarían, como los catalanes, de unos derechos y deberes distintos a los comunes para todos los españoles que recoge la Constitución española. El texto establece un Título de Derechos y Deberes, al igual que el catalán, en el que, además, también se hace alusión al derecho a morir dignamente.

Uno de los apartados más polémicos del texto catalán, el que se refiere a la Justicia, tendría su equivalente en el proyecto andaluz. Si se aprobara el texto tal y como está, Andalucía gozaría, como Cataluña, de un Consejo de Justicia y un Fiscal Superior de Andalucía. El papel del Tribunal Supremo sería el de unificar la doctrina, por detrás del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

La relación entre Andalucía y el Estado sería de bilateralidad, al igual que sucede con el texto catalán, al establecer que la comunidad autónoma participe en políticas estatales como la planificación de obras públicas. Las enmiendas del PSOE han permitido que, a la capacidad inicial de la Junta para participar en la elección de miembros del Banco de España o la CNMV, se sume la designación de miembros del Tribunal Constitucional y el CGPJ.
El blindaje de competencias sería otra de las características en que el proyecto andaluz sigue la senda del texto catalán. Establece competencias exclusivas para Andalucía y también una limitación en la capacidad de legislar del Estado. El otro aspecto polémico del Estatuto catalán, la financiación, es el único punto en el que no existen coincidencias con el andaluz. Sin embargo, también es posible encontrar semejanzas como el establecimiento de un consorcio entre la Agencia Tributaria estatal y andaluza.

Para hacernos tragar con el Estatuto catalán, que es de lo que se trata, hoy nos vistan dos insignes personajes de la politicia catalana. La onubense Manuela de Madre (PSC) y el ínclito Jose Antonio Durán y Lérida (CiU). Nos venderán las bondades de un estatuto catalán que, mucho me temo, repercutirá negativamente en los intereses de Andalucia. Y en nuestros bolsillos.

2 comentarios:

Antonio Marías dijo...

¿Quiénes se creen estos tíos que son para pensar por los demás y decirnos que somos lo que no hemos sido en la vida? ¿Qué es eso de una realidad nacional? Indiscutiblemente, lo mismo que una nación; ¿o es que hay sutiles diferencias? ¿Desde cuándo somos los andaluces una nación?

Antonio Marías dijo...

No hombre,¡qué va! Es rigurosamente cierto que a estos tíos los han votado los ciudadanos de Andalucía, pero, que yo sepa, ello no los faculta para pensar por los demás ni para decirnos lo que somos a conveniencia de Zapatero. ¿O acaso sí? Qué sabrá Donmanuel acerca de los sentimientos de pertenencia de los andaluces. ¡Cómo si pudieran determinarse desde los poderes públicos!
Ayyyy, ese bichito totalitario que anida en tantos corazones, el mismo que nos susurra lo bien que nos viene que los políticos se encarguen de cuantas más cosas mejor. Jejeje, como sóis :-)