27 abril 2006

Conversaciones feriantes



Me gusta la Feria. Sobre todo, por la posibilidad que tengo de entablar conversación con muchas personas con las que habitualmente charlo a través del teléfono el resto del año. Probablemente imbuídos por los efluvios etílicos de la manzanilla, la lengua se suelta. Y se sueltan grandes verdades por esas bocas. Y resulta que no se habla o se habla poco, del estatuto catalán, o el andaluz, ni siquiera sobre la tregua de ETA. De lo que se habla, al menos en las conversaciones que he podido mentener con personas de cierta relevancia social en Sevilla, es del sospechoso caso de la cubierta de la Copa Davis, que me temo le estallará en las manos al concejal Lolo Silva, del cabreo de muchos con el alcalde de la ciudad, pero sobre todo sobre el proyecto socialista del Gran Simio. Y es este último asunto el que parece entusiasmar a los aficionados a la incontinencia verbal feriante. Y la verdad es que he pasado muy buenos ratos al calor de la propuesta socialista, chorra donde las haya. Algunos opinan que el año que viene veremos a los monos tomarse su copita de manzanilla apoyados en la barra de cualquier caseta. Otros creen que habrá numerus clausus en las casetas. Paridad. Mitad humanos, mitad simios. Algunos van más lejos y se aventuran a especular con el siguiente escenario: Dos varones se casan, compran tres monos en la Alfafa y se registran como familia numerosa. En fin, conversaciones con las que me estoy riendo un rato. Al margen del asunto de la cubierta de la Copa Davis, que requerirá un análisis en profundidad que dejaré para después de Feria, lo único triste de todo este asunto es que, mientras hablamos de los simios más o nemos en broma, dejamos de pensar en la tregua, en los estatutos, en las nuevas revelaciones sobre el 11-M y en otros muchos asuntos de gran calado. De las sonrisas de hoy, pasaremos al llanto de mañana. Feliz Feria.

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