Vísperas.

En estos dias previos a las fiestas navideñas hemos podido constatar de nuevo, el ímpetu consumista de los sevillanos que se han - hemos - lanzado a los comercios y grandes superficies al asalto de los regalos navideños y , por consiguiente, de la cuenta corriente. Resulta curioso comprobar el ansia de los consumidores por comprarlo todo, como si en ello nos fuera la vida. Dicen los informes y las estadistitcas que nos lo gastamos todo, que el ahorro no vá con nosotros y que más familias de las que parece apenas llegan a fin de mes. Será, pero viendo cómo están las calles, los comercios y supermercados y los aparcamientos, dá la sensación que nos ha tocado la loteria a todos. Como cada puente de la Constitución y la Inmaculada lo he vuelto a comprobar. Hasta las comercios más extraños, los más exclusivos y hasta las tiendas de todo a 100 están a tope. Vendiendo hasta los luminosos. He visto caras desencajadas, nervios en las colas de las cajas, consumidores a empujones frente a los estantes... una locura. Dicen que suele ocurrir en estas fechas y siempre que un festivo cae entre semana, y en este caso han sido dos. Algunos esperaban un cierto descenso en las compras debido a la subida de los tipos de interés y a la menor confianza de los consumidores con respecto al futuro cercano de las economías domesticas, pero lo cierto es que estamos tirando de nuevo la casa por la ventana. Son las vísperas de las Navidades, desnaturalizadas por el espiritu consumista que nos envuelve. Algunos, muchos, hemos podido aprovechar algunas horas lejos de las grandes superficies y disfrutado de los espacios recuperados, como la Plaza Nueva y la Avenida de la Constitución que están quedando, todo hay que decirlo, francamente bien. Bienvenidas sean las vísperas, incluidas las electorales. Esperemos que Monteseirín termine antes de mayo las muchas y variadas obras que nos devoran, y podamos disfrutar en 2007 de una ciudad algo más amable que la padecida hasta ahora.