El envío, por parte del gobierno, de algo más de mil efectivos al Líbano ha generado una tremenda inquietud en el seno de los militares y, para ser exactos, en el Tercio de Armada con base en San Fernando (Cádiz). Los militares que van a ser mandados a zona de guerra están convencidos, muchos de ellos, que se les envía al "degolladero". Los planes de despliegue en el Líbano de los efectivos militares se están planteando desde el poder político como si se tratase de una excursión dominguera, sin ni siquiera llegar al rango de maniobras al uso. La Infantería de Marina española, la más antigua del mundo, espera con impaciencia las directrices tácticas que les permitan acudir a la zona caliente con la moral lo suficientemente alta como para acomter un despligue que nada tiene que ver con la imagen de ONG que el gobierno pretende trasladar de nuestro Ejército, no sólo a los sufridos ciudadanos españoles sino también a los militares que saben perfectamente a dónde se les traslada y lo que hay sobre el terreno. Ninguna orden sobre Hezbolá y nada de nada sobre el cordón umbilical con Irán, país este último que preocupa y mucho a nuestros militares desconcertados por la reciente visita de Felipe González al más que belicista presidente iraní. Suena mal, muy mal, que los miltares desconfíen de esta nueva operación exterior. No albergaron dudas, todo lo contrario, en despliegues anteriores en la antigua Yugoslavia; tampoco en Irak o, incluso, Afganistán. Sin embargo, todas las reticencias, se acumulan en Líbano. Cuando los militares tuercen el gesto, por algo será. Creen, en definitiva, que el despliegue, tal y como está planteado, adolece de una total falta de seguridad para los efectivos españoles. Sólo dicen eso, pero hay mucho más, porque se les entiende todo cuando hablan entre líneas. Nuestro gobierno, desastroso en politica exterior, pretende recuperar el peso perdido. Y lo quiere hacer apenas sin criterio en la mayor operación del ejército español fuera de nuestras fronteras, haciendo creer que se trata de una operación de paz cuando de lo que se trata es de una operación de guerra. Una verdadera operación de paz podria ser, por ejemplo, mandar al ejército a las costas canarias o, si me apuran a Senegal y Mauritania para controlar, atajar o simplemente impedir el tráfico ilegal de inmigrantes con destino a España. Deberia pensarlo el presidente del gobierno toda vez que los inmigrantes van a dejar de ser un semillero de votos. Veinte mil inmigrantes han ido al paro en el último trimestre. Por cierto, ¿dónde están los del NO a la Guerra?
5 comentarios:
El análisis kantiano de la ideología progre es sencillo; cualquier politica militar que realice la izquierda,va destinada a la paz.Cualquiera que realice el PP va destinada a la guerra.que ya se sabe que estos fachas son muy belicosos.
Ergo los del "No a la guerra",los titiriteros de pesebre llamensen Bardem,Baremboim,Cristina Hoyos o su meretriz madre,se meten la pancarta en el orto y tararean una musiquilla cuando caen soldados en Afganistan en pleno reparto de galletas y tiritas,que es lo que hacen nuestros pacifistas soldados,segun narraba el "minijjjtro" Bono.
Visto lo visto,lo del Líbano es una excursioncilla sin importancia al pais de los cedros;una merienda amistosa con los chicos de Hezbollah tan proclives al Abrazo de Civilizaciones como bien sabe todo el mundo.
No hay de que preocuparse.
Y si por cosa del azar,como diria Auster,resultan muertos nuestros chicos de uniforme,la caterva bardemniana se encogera de hombros por que al fin y al cabo,que gónodas importa si el PP ya no gobierna y es el zapatero prodigioso quien lleva la batuta.
Coda: Una propuesta para Zarrias.
¿Seria posible que en el próximo homenaje a Blas Infante,cantaran a dueto el himno de Andalucia, Sonsoles y El Koala?.
Gracias.
Ya de vuelta, y con la "oficina arreglada y puesta al día" depués de un mes de ausencia empiezo a tener tiempo para participar en esta bendición que nos ha traido internet: la blogosfera, espacio de libertad donde se puede opinar y leer lo que opinan los demás.
De este verano me quedo con la fotografía que vi en la portanda de "El Mundo" en la que un terrorista de Hezbolá repartía billetes de dolares entre libaneses. ¿Porqué me recordaría esta foto a otra de los Bermejales?. ¿De donde sacarían todo ese dimero los terroristas?.
Según leí después, del mismo país que visitó el que fue Presidente del Gobierno español D. Felipe González. O sea, lo mismo de siempre...
Coincido con las reflexiones que hace el autor de esta entrada.
Comentaba en mi bitácora hace unos días acerca de Zapatero el Pacifista y de cuán significativo que su (des)gobierno es el que mantenga más tropas en el extranjero --¿complejo de culpabilidad por la huida de Irak antes del plazo que el mismo se marcó?-- y que están en concreto y por si alguien no lo sabe en Afganistán, Kosovo, Bosnia, Congo, Indonesia, Darfur y Etiopía.
Es para preocuparse también lo que comenta ESD hoy: Quebraderos de cabeza en el Ministerio de Defensa por el cansancio de las tropas que deben ir al Líbano: voluntarios forzosos por exceso de misiones.
Ya ni siquieran van voluntarios. Van forzados y cansados.
Ojalá vuelvan todos sanos y salvos.
Esto es incrible, y ahora nadie se tira a la calle para parar esto, si en el Libano está mas liao que la pata de un romano (como dicen en mi pueblo).
Las balas, las bombas y las armas en general, no entiende de misiones, pero claro, las decisiones de este gobierno pacifistas son asi, y lo peor de todo, que convence a la opinión pública.
Espero que todos vuelvan sanos y salvos y orgullosos de la misión que han realizado.
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