Rosa Chaves.

He tenido la oportunidad de escuchar detenidamente a varios testigos que han denunciado públicamente a Rosa Maria Chaves, hermana del presidente y médico de profesión, por no auxiliar a un herido grave y no salgo de mi asombro. Si esta señora ejerce su profesión de médico en Huelva - espero que superando las pruebas de acceso - presionada por su apellido y no se atrave a nada por miedo a una supuesta utlización partidista de quienes le rodean, aviados van los pobres enfermos que caigan en sus manos. Entiendo que Rosa Maria Chaves es consciente de haber cometido un supuesto delito de omisión del deber del socorro, pero no entiendo en absoluto qué se le pudo pasar por la cabeza a la médico en cuestión para sospechar que sus vecinos pretendían sacar tajada partidista con su auxilio al herido. No sé si será un síndrome maníaco-depresivo; no creo, pero aperentemente ella parece entender que todo el mundo la persigue por apedillarse Chaves. Y es que, ese apellido, Chaves, tiene lo suyo: Leonardo Chaves es Director General de Tecnología e Infraestructuras, Francisco Chaves Jefe de Servicios Generales de Canal Sur y Carlos María coordinador de seguridad de la Consejeria de Justicia. Rocio Cabet, nuera del presidente, trabaja para Extenda, Leonardo Chaves, sobrino, ha sido colocado por la cara en el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaira. A lo mejor, con esta nómina, los miedos de Rosa se podrían justificar por quien supuestamente lo padece. Este lamentable episodio ofrece otros aspectos dignos de consideración. Hasta la fecha, ningún miembro del equipo de gobierno municipal ha visitado al herido en el Hospital. Y no sólo eso. La misma noche en la que se produjo la manifestación y el atropello, la Policia Local sancionó a todos y cada uno de los coches de los vecinos aparcados en doble fila. Lo que nunca hacen, lo hicieron la misma noche de la manifestación. Se pueden imaginar que Reina Mercedes es hoy un barrio en ebullición.