Sin escrúpulos.

El PSOE de Huelva, con el amparo de la ejecutiva regional, prosigue con su estrategia de gobernar allí donde los ciudadanos no les han votado. Pasó en Gibraleón y ahora toca Punta Umbria, donde el objetivo fundamental es evitar que se investigue la venta, por parte del PSOE, de terrenos públicos por debajo de su precio. El Ayuntamiento de Punta Umbría celebrará esta tarde un pleno en el que se debatirá, a petición del PSOE, la posible revocación de competencias delegadas por este órgano a la Junta de Gobierno, formada por miembros del PP -partido que gobierna el consistorio-, desde hace más de 20 años. El alcalde de la localidad, José Carlos Hernández Cansino, que gobierna en minoría después de que los concejales Rocío Velez y José Garrido abandonaran el equipo de Gobierno pasando a ser no adscritos, califica esta petición de "moción de censura encubierta" y, desde luego, lo es.

Para que puedan comprobar lo que se esconde tras este golpe de mano antidemocrático, ahí van algunos datos. En el transcurso del mandato socialista, se vendieron 120.117 metros cuadrados de terreno público, recaudando poco más de 29 millones de euros a razón de 245 euros por metro cuadrado, sacando a concurso 8 parcelas a la que concurrieron 8 empresas, es decir, una por cada parcela. Los precios de licitación y de adjudicación en ese periodo fueron idénticos. Si comparamos las ventas de terreno público del periodo socialista con la gestión del PP, comprobamos que los populares vendieron cuatro veces menos, obteniendo 10 millones de euros más. Fueron 31.452 metros cuadrados en 70 parcelas a cuyo concurso concurrieron 907 empresas, a una media de 13 ofertas por parcela, obteniendo un beneficio para las arcas públicas seis veces superior. En cuanto a precios de licitación y adjudicación, los populares obtuvieron para el Ayuntamiento un beneficio del 278% con respecto al mandato socialista. Con esta realidad, de verdadera verguenza para los socialistas, esta tarde intentarán el asalto a la alcaldía. Y tiene pinta de que lo conseguirán, gracias, como suele ser habitual en la estrategia socialista a los tránsfugas. Y Chaves mirando hacia otro lado...