De película.

Estamos inmersos en uno de esos dias, extraños, en los que la trepidante actualidad casi nos desborda. Dias y noticias extrañas. En lo político, nos encontramos a un independentista como vicepresidente de Cataluña, en lo que yá es la reedición de un tripartito que se demostró ineficaz. Arturo Más, vuelve a tropezar con la misma piedra y el PSC tira por los cerros de Ubeda dejando a Zapatero fuera de juego precisamente por sus pactos con CiU. En Andalucia, la estrategia del PSOE para arrinconar al PP queda en papel mojado tras el pacto sobre la reforma estatutaria y en Sevilla, ay Sevilla, nos encontramos a un alcalde al que los elementos le están jugando una mala pasada. Las obras del trenecito no van al ritmo que deberían ir por el efecto de tanta lluvia y se teme que, en vísperas de las elecciones, la ciudad siga patas arriba. Para rizar el rizo, circulan noticias sobre una encuesta sobre intención de voto que, aún cocinada, no dan más de 12 concejales al PSOE. La fotografía de la actualidad de estos dias se completa con el insólito intento de robo de un helicóptero en la Isla de la Cartuja, a escasos metros de la jefatura de la Policia Local. Robaron un camión a la Junta, una batea a una empresa privada y una grúa de grandes dimensiones con la que montaron el aparato sobre el camión. Entraron en el helipuerto como Pedro por su casa, montaron el helicóptero sobre el camión - tarea nada fácil - y a punto estuvieron de sustraerlo si no fuera porque se quedaron atrapados por el barro. Un suceso cargado de preguntas sin respuesta. Parace que el aparato en cuestión iba a ser utilizado para el tráfico de drogas, pero algún periodico apunta a la inquietante posibilidad de que puediera haber sido utilizado para estrellarlo contra algún edificio. Espero que esto último obedezca a la imaginación del redactor o de la fuente informativa. Y en un club de alterne, movida policial con Geos de por medio, ante un supuesto secuestro de cuatro mujeres que al final, ni ha sido secuestro, ni atraco ni nada que se le parezca. Y nadie explica nada. Dias extraños, si señor...