29 agosto 2006

Aterrizaje forzoso.


Hola a todos. Se acabó lo que se daba. Se acabó lo de acostarse tarde, levantarse tarde y el uso y abuso de los placeres típicos de un largo mes de descanso. Un mes, por lo que he visto y oído, bastante atípico en cuanto a noticias. Ha sido un agosto intenso. Y ha habido de todo. Y de todo lo habido, dos cuestiones que me gustaria destacar para su debate y las dos enmarcadas en politica nacional. Resulta que aunque nadie lo diga, la banda terrorista ETA hizo estallar en el sur de Francia un coche bomba va a hacer ahora... ¡ un mes !. El regreso a la actividad de la banda asesina rompe la famosa tregua indefinida, pero parece que no ha pasado nada porque el gobierno no ha movido un sólo músculo para analizar el asunto, y lo que es peor, los medios de comunicación no han dicho o publicado una sola palabra sobre el atentado más allá de los dos medios que, en la más absoluta de las soledades, se han empeñado en dar a conocer a los españoles lo que no quieren saber. Pues si señor, ETA voló un coche a finales de julio en Francia. A ver que dice Rubalcaba y ZP del asunto, si es que dicen finalmente algo. Otro asunto que me ha llamado la atención ha sido, está siendo, el problema de la inmigración. Los famosos cayucos. Zapatero dijo que acabaría con las pateras y lo hizo. Ahora yá no hay pateras, hay cayucos. Hasta el Almería, según Telechaves. Mientras los pobres subsaharianos se dejan la vida en el atlántico, y los más "afortunados" llegan a las Canarias, este gobierno irresponsable se dedica a trasladar a los paises subdesarrollados el mensaje de que aquí hay sitio para todos, amplificando el efecto llamada. El problema de la inmigración ilegal no son sólo los cayucos, o las pateras, que haberlas haylas, sino también la frontera norte donde cada dia, entran ilegales a montones, aunque cómodamente transportados en autobuses. Y dicho esto, tendremos que convenir que la inmigración nos está sacando las castañas del fuego. España no ha entrado en recesión gracias a los inmigrantes. Es un titular de hoy que creo a pies juntillas. Pero este gobierno no canaliza nada bien esta realidad. No sabe o no quiere, porque lo que quiere realmente es que los inmigrantes voten. Y que voten socialista, porque un reciente estudio afirma que en caso de que pudieran votar, el 42% votarían PSOE. Con los inmigrantes y el colectivo gay, garantizada la victoria electoral. Que bien.
Y en un plano puramente local, regreso a una Sevilla imposible. A la Sevilla del socavón. A la ciudad que a punto a estado de verse inmersa en una gran tragedia. La que pudo haberse provocado en caso de que la enorme viga de las obras del Metro, hubiese caido sobre la SE-30 sin avisar. De la que nos hemos librado.

1 comentario:

Luis M. Olivencia dijo...

Bienvenido Eusebio: dice un refrán bávaro que toso tiene un final, excepto las salchicas, que tienen dos. Las obras -eso espero- también terminarán (y el mandato de los alcaldes; dice mi amigo algecireño Rebolo que prefier ser maricón a alcalde, porque alcalde se es sólo cuato -ocho- años, y maricón se es toda la vida).