Prioridades.

El presidente del Gobierno, Jose Luis Rodriguez Zapatero apuesta por Sevilla como sede de la Alianza de Civilizaciones. El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, muy agradecido por el gesto, dice que ZP pasará a la historia como "hombre de paz". Creo que ningún hombre de paz se sienta a negociar con terroristas ni obliga al Estado de Derecho a bajar la cabeza frente a los del gatillo fácil y tampoco creo que un hombre de paz baraje la simple idea de utlizar una comunidad - Navarra - como moneda de cambio en ese proceso de rendición al que asistimos todos con mayor o menor cabreo. Dicho eso, creo también que Monteseirín ha desaprovechado una ocasión unica para decirle al presidente algo así como.. " muy bien, presidente, Sevilla será la sede de la Alianza, pero antes, debería arreglar las cuentas pendientes con Sevilla, como la financiación del Metro, las nuevas infraestructuras cuya ausencia ha rebajado notablemente la calidad de vida de los sevillanos, la ampliación de Fibes, la seguridad ciudadana... en fin, arregle todo eso y después hablamos de la Alianza de Civilizaciones...". Eso deberia decirle al presidente un alcalde que defienda de verdad los intereses de la ciudad, pero como se trata de Monteseirín, a lo más que ha llegado es a dorarle la píldora a ZP que sólo se acuerda de Sevilla para el folklore y los juegos florales. Y es que, el alcalde de Sevilla, suele ver la paja en el ojo ajeno pero no vé la viga que tiene en el suyo. Anda el hombre, de nuevo, con la teoría de la conspiración, aquella que se saca del bolsillo cuando mejor le parece para intentar justificar lo injustificable, como el ligero desvío presupuestario del Pabellón de la Paz - 550.000 euros de nada - o la desaparición, definitiva, de la cubierta de la Copa Davis. Monteseirín es un estadista acosado por los conspiradores fascistas y reaccionarios, un defensor de las libertades y de la igualdad de oportunidades, un abanderado de la democracia y un brillante gestor de lo público que tiene y mantiene a Sevilla en la cabeza de las estadisticas sociales y economicas. Un alcalde que sabe reclamar a las administraciones lo que es de Sevilla; que no duda en trasladarse a la Casa Rosa o a la Moncloa para exigir más y mejores inversiones. El que lidera los grandes proyectos. Ese es el Monteseirín en el que confiaron miles de sevillanos en 2.003, los mismos que en tal cantidad imagino hoy absolutamente desencantados.